A Ocariz lo derrotó la incoherencia política
Por Carlos Teixeira.
Sin duda que, basta con evaluar su actuación desde el año 2017, cuando fue derrotado por Héctor Rodríguez, en medio de un proceso electoral ventajista que incluyó el traslado arbitrario de miles de electores de sus centros electorales, para sitios distantes, fuera de Caracas, para impedir que se expresaran libremente. El pretexto del CNE presidido por la Sra. Lucena, para cometer tal desafuero, fue la amenaza de hechos violentos en los Centros de votación de origen de Miles de votantes de la clase media del este caraqueño, donde se habían presentado duros enfrentamientos con las fuerzas represivas del régimen y sus aliados, colectivos armados.
La derrota de la táctica insurreccional, promovida por los que hoy constituyen el G-4, acababa de ser derrotada, dejando una dolorosa estela de jóvenes asesinados por el régimen, presos políticos por doquier, persecusión, inhabilitados y exilio de muchos dirigentes.
Entonces, Ocariz, plegado a la táctica abstencionista acordada por su partido, se separó del espacio político natural que había conquistado antes, desde el Municipio más poblado de América Latina, Sucre y su populosa parroquia, Petare.
Este importante líder político, se dedicó en tres procesos electorales (2018, 2019 y 2020) , a convocar al salto al vacío , a la nada, tal como lo representó la fracasada mil veces, táctica abstencionista que hizo metástasis en la llamada oposición radical.
Mientras tanto, el inhabilitado exconcejal de Baruta, David Uzcátegui , no vaciló en desmarcarse de tan errática política, contando para ello con una generación de cuadros dirigentes de Baruta, Petare, Los Salias, El Hatillo y Chacao, articulando entre ellos, la defensa y promoción del VOTO, para defender a los ciudadanos de esos municipios que lograron triunfar y preservar su presencia e incidencia política, en medio de una clase media radicalizada por el discurso de una extraviada dirección política que luego de convocarlos irracionalmente a la insurrección inmediatista, ahora les decía que debían quedarse en sus casas, que le entregaran dócilmente las Alcaldías al chavomadurismo. Cosa más incoherente, imposible.
Carlos Teixeira
Ocariz, abandonó a su suerte a los electores que representaban su principal base de apoyo social y política, le dió la espalda a los petareños , permitiendo el regreso inmerecido de José Vicente Rangel Ávalos .
Por el contrario, David Uzcategui, continuó su trabajo social y la lucha política, ahora combinando esfuerzos organizativos e iniciativas, al lado de concejales y jovenes Alcaldes exitosos en sus gestiones, construyendo una fuerza alternativa al vacío dirigencial dejado por los fracasados abstencionistas. Ese es su éxito personal, colectivo y político.
Carlos Ocariz , cavilaba en la inercia y dispersión de fuerzas provocadas por fantasías golpistas, presidencia interina, mercenarios, invasión de marines, insurrecciones altamiranas, entrega de la AN a Maduro, etc. Atrás quedó el dirigente cable a tierra con los petareños y sus necesidades.
Ahora, cuando reactiva sus aspiraciones de convertirse en gobernador de Miranda, se encontró con un dirigente que había llenado el vacío dejado por los promotores de la nada abstencionista, ese es David Uzcátegui, un triunfador con la política coherente de cara a la gente, reivindicando la politica como estandarte, tanto en zonas populares, como en el seno de la clase media mirandina.
Entonces, podemos concluir que a Ocariz , lo derrotó la incoherencia política.