Abogado de Donald Trump pidió indulgencia para Bolichico que asegura financiar a Juan Guaidó

Alejandro Betancourt, Juan Guaidó y Rudy Giuliani

WASHINGTON, 22 ene (Reuters) – En una lujosa reunión en una finca privada en España, un rico empresario venezolano bajo investigación criminal en Estados Unidos presentó en agosto pasado a Rudy Giuliani, el abogado personal del presidente Donald Trump, al padre del líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó.Foto de archivo. El abogado del presidente de Estados Unidos Donald Trump, Rudy Giuliani, toma un café con el empresario ucraniano-estadounidense Lav Parnas en el Hotel Trump en Washington, EEUU, 20 de septiembre de 2019. REUTERS/Aram Roston/Foto de archivo

    Fue parte de un esfuerzo por parte del empresario, Alejandro Betancourt, para demostrar sus estrechos vínculos con figuras de la oposición que buscan terminar el mandato del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lo que es también un objetivo clave de la administración Trump.

    Betancourt le dijo a Giuliani que en secreto ayudó a financiar los esfuerzos de Guaidó para hacerse cargo del liderazgo de Venezuela, según cuatro personas familiarizadas con la situación, dos de los cuales proporcionaron detalles sobre la reunión en España. Betancourt esperaba que esas buenas intenciones permitieran a Giuliani, su abogado, persuadir al Departamento de Justicia a abandonar una investigación sobre el empresario vinculada con un caso de lavado de dinero y soborno en Florida, dijeron las fuentes.

    Un mes más tarde, en una reunión en Washington, Giuliani instó a los fiscales del Departamento de Justicia a que actúen con calma en el caso de Betancourt, según una persona con conocimiento directo de la reunión y Lev Parnas, un exasociado de Giuliani, quien dijo que fue el propio Giuliani quien le contó al respecto.

Parnas y la otra persona dijeron que Giuliani dijo a los fiscales que Betancourt había brindado asistencia a los esfuerzos políticos de Guaidó y que, por lo tanto, estaba haciendo un buen trabajo para Estados Unidos.

    Esta es la primera vez que Parnas detalla su historia sobre Betancourt, Giuliani y Venezuela.

    Giuliani declinó confirmar la reunión con los fiscales estadounidenses en nombre de Betancourt y no dijo si el empresario venezolano es un cliente. “Lev Parnas no tiene derecho de hablar sobre esa reunión”, dijo Giuliani a Reuters en una breve entrevista telefónica. “Fue una reunión confidencial, si sucedió”.

    “La credibilidad de Lev Parnas no vale nada”, agregó Giuliani.

    El Departamento de Justicia declinó hacer comentarios. Betancourt y su abogado Frank Wohl no respondieron a múltiples solicitudes de comentarios. 

    Guaidó y uno de los principales partidos políticos de oposición, Voluntad Popular, negaron haber recibido fondos de Betancourt. Guaidó a principios de este mes anunció el retiro temporal de su militancia política.

“No conozco al señor Betancourt, no hay relación”, dijo Guaidó a Reuters. “Por lo tanto, eso no es posible”.

    Wilmer Guaidó, el padre de Juan Guaidó, negó encontrarse con Betancourt en España. “Solo apoyo a mi hijo como toda la familia contra esa dictadura criminal, pero no he conocido a nadie”, señaló.

    La reunión de Giuliani con Betancourt en la finca española, y sus esfuerzos para presionar al Departamento de Justicia en nombre del empresario, fueron informados previamente por el Washington Post.

Reuters es el primero en informar que Betancourt le dijo a Giuliani que brindó apoyo financiero a la oposición de Venezuela y que Giuliani promocionó esa supuesta asistencia a los fiscales estadounidenses como una razón para eliminar la nube legal que persigue a su cliente.

    El episodio habla de los complejos roles que Giuliani, el exalcalde de la ciudad de Nueva York, ha desempeñado en Washington desde que Trump asumió el cargo en 2017.

    Giuliani frecuentemente se identifica como consultor comercial y abogado que atiende a clientes privados. Sin embargo, también disfruta de un acceso extraordinario en los pasillos del poder como abogado personal no remunerado del presidente, un trabajo que lo ha llevado al centro del juicio político que busca la destitución de Trump.

    Cualquier intento por parte de un cliente de Giuliani de evitar un posible enjuiciamiento alegando haber respaldado un objetivo de la política exterior estadounidense, el derrocamiento de Maduro en este caso, podría resultar vergonzoso para el gobierno de Trump.

    La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

    Parnas jugó un papel clave en el esfuerzo de Giuliani de buscar información en Ucrania que perjudicara al candidato presidencial demócrata Joe Biden. Ahora bajo acusación por violaciones de financiamiento de campaña, Parnas ha estado compartiendo información con los investigadores de juicio político del Capitolio, así como con los medios, sobre el alcance del trabajo que hizo para Giuliani.

    Betancourt dijo que “estaba respaldando financieramente a Guaidó”, contó Parnas a Reuters, y que “estaba ayudando a Estados Unidos con su causa”.

    Desde enero de 2019, Estados Unidos y decenas de otros países han reconocido a Guaidó como el legítimo presidente de Venezuela. Pero Maduro se ha mantenido en el poder para frustración del Gobierno de Trump.

    El Gobierno de Maduro dejó de pagar los salarios a los legisladores en 2016 después de que la oposición tomó el control de la Asamblea Nacional.

    Las afirmaciones de que Betancourt ayudó a financiar a la oposición de su país son potencialmente explosivas en Venezuela, donde el magnate forjó una relación rentable con el gobierno socialista. Derwick Associates, su empresa de ingeniería con sede en Caracas, obtuvo cientos de millones de dólares en contratos estatales para construir plantas de energía bajo el predecesor de Maduro, Hugo Chávez, según los medios locales.

    “Las autoridades de Voluntad Popular aseguran que no es cierta la información sobre el supuesto envío de fondos de Alejandro Betancourt a nuestra organización política”, dijo el partido en un comunicado.

La existencia de la investigación criminal estadounidense de Betancourt fue confirmada a Reuters por una fuente familiarizada con el asunto.

El Miami Herald informó en noviembre pasado que la investigación está vinculada a un gran caso de lavado de dinero en Miami, y que Betancourt figura en el caso como un conspirador que no fue acusado.

La imputación de 2018 acusa a ocho personas ​​de haber malversado de 1.200 millones de dólares de la petrolera PDVSA, propiedad del gobierno de Venezuela, y luego haber blanqueado los fondos a través de esquemas en Miami que involucran falsos negocios inmobiliarios y títulos de valores.

    Un representante de Betancourt que se negó a ser identificado dijo que el magnate “no hizo nada y que no ha sido acusado de ningún delito”. También dijo a Reuters que el empresario había brindado un apoyo financiero “muy sustancial” a la oposición de Venezuela.

    PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios.

    En el Departamento de Estado, Elliott Abrams, representante especial de Estados Unidos para Venezuela, dijo a Reuters que la administración es consciente de la falta de transparencia en el financiamiento de la oposición.

    “Nos preocupan quiénes son todas estas personas y cómo hicieron su dinero. Y eso es algo que hemos planteado con la oposición”, agregó Abrams.

    Cuando se le preguntó si Betancourt era una de esas personas preocupantes, Abrams dijo: “No hay comentarios sobre nombres individuales”.

    Agregó que Giuliani no había sido autorizado para desempeñar ningún papel en la política estadounidense en Venezuela.

    “AYUDANDO A ESTADOS UNIDOS”

    Parnas dijo que la reunión de agosto en la finca de Betancourt en las afueras de Madrid, y la presencia del padre de Guaidó debían demostrar los fuertes lazos de Betancourt con el opositor y su apoyo a los intereses estadounidenses en Venezuela. Fue para mostrarle a Giuliani “que Betancourt es una persona realmente importante para la causa y que está ayudando a Estados Unidos”, dijo Parnas.

    El lobby tuvo lugar en Washington un mes después de la reunión de España. Giuliani se reunió con el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Brian Benczkowski, un abogado del Departamento de Justicia que trabaja en el caso, y algunos otros abogados del gobierno, según Parnas y la persona con conocimiento directo de esa reunión.

    El portavoz del Departamento de Justicia, Peter Carr, quien maneja las comunicaciones de Benczkowski, dijo que el departamento declinó hacer comentarios.

    La persona señaló que Giuliani estaba allí con otros dos abogados de Betancourt, y dijo que los fiscales dejaron a Betancourt libre del caso en Florida.

    Giuliani primero insistió en que no había pruebas suficientes para procesar el caso. Luego se trasladó a la política exterior de Estados Unidos, señalando el supuesto apoyo de Betancourt a Guaidó. “Este tipo ha estado ayudando a Estados Unidos”, dijo la persona con conocimiento directo de la reunión al describir el razonamiento de Giuliani.

    Giuliani argumentó que Betancourt era crucial para la supervivencia de la oposición venezolana, e instó a los abogados del Departamento de Justicia a hablar con Guaidó para corroborar sus reclamos, dijo la persona.

Reuters

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